Sicilia, 1996
había
jazmín
en la
isla
la
canzonetta
entraba
por
las hendijas
de la
ventana
había
un
padre
dejaba
de ser
un
soldado ciego
en la
primera línea de fuego
De La cercanía del mar, edición bilingüe castellano-francés, El Mono Armado, 2009.
Convento de San Miguel
“Abuela,
esta cruel tempestad
en
mi corazón ¿no me viene de ti?”
Marina Tsvetáieva
¿Querías a tus gallinas
o querías sus huevos?
yo no te quería
y no quería tu mate cocido
con sabor a pobre,
los zuecos de madera
picoteados por esas locas
que mataban por un grano de maíz
caído de tu delantal
hija de nadie
habrán dicho las monjas
al ver tus pocos días en canasta
y darte de apellido
el nombre del convento
¿fue el hambre?
pan mojado en leche
frito en aceite usado de la vieja sartén
¿era la comida de la guerra?
¿es este mar bravío, abuela,
el que limpia en mis ojos
tu crueldad?
Réquiem para una niña
Hoy
una
tarde de noviembre
una
tarde de sol
en tierra extraña
te
mueres
es
amarga la pócima de ortiga
pero
certera como flecha,
no
lloro
de
las dos una debía ser.
Hoy
una
tarde de sol
en tierra extraña
caes
a mi lado
te
visto de redes
porque
vamos al mar
y te dejo
flotando
Gracias Vale, no conocía a esta poeta y me alegra encontrarla en tu ventana al mundo y al abismo. "Tu mate cocido / con sabor a pobre" es una imagen de una profunda simpleza que me queda pegada en los ojos.
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