A gritos
pido
una cuerda.
A gritos
un vagón
donde dormir
en invierno
Soplar y hacer botellas
insulto la mañana
pido una
cuerda
Ya perdí
el deseo de la lengua.
. . . .
En las yemas
los dedos
arden
como los párpados a los ciegos
y la trompeta
caracol musical
derrama su gran melodía
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