XXXIII
Todo poema es una despedida
y un saludo.
Acaso la vida no repare
en la nimiedad de las palabras
con que el silencio querría,
por única vez,
ser sólo silencio,
como este río inmóvil
bajo un aura leve de espejos temblorosos.
¿Por qué nos preguntamos por qué
si cualquier piedra arrojada contra el agua
da en el centro mismo de ondas infinitas?
Todo poema es una despedida
y un saludo.
Acaso la vida no repare
en la nimiedad de las palabras
con que el silencio querría,
por única vez,
ser sólo silencio,
como este río inmóvil
bajo un aura leve de espejos temblorosos.
¿Por qué nos preguntamos por qué
si cualquier piedra arrojada contra el agua
da en el centro mismo de ondas infinitas?
De Sol de noche (2008), en Como sólo la muerte es pasajera. Poesía reunida, Entropía, 2013.
IV
Como siempre, llevas la navaja en el bolsillo izquierdo:
son formas primitivas del amor que todas las mañanas reverberan,
pero la sal, ya lo sabes, penetra más dentro que el filo de la hoja.
Ninguna marea, ni la más alta, basta para borrar una sola gota de
sangre:
la memoria no es la herida, es siempre el mar.
De Como sólo la muerte es pasajera (2009), en Como sólo la muerte es pasajera. Poesía reunida.
4. Dulcemente nacer
XXVI
El viento mueve las hojas del libro entreabierto:
pesa en las manos que lo sostienen
pero sólo los ojos cerrados lo leen.
Como un junco oscilante, el hombre;
como espesura trémula, las letras.
El nombre no nombra, sólo llama.
De El síndrome Yessenin (2010), en Como sólo la muerte es pasajera. Poesía reunida.
XXIV
No dejemos que la historia pueda más
que el asombro por las cosas que uno sabía:
por más fuerte y ensordecedor que sea,
primero la luz, aunque se parta el cielo,
el sobresalto del abrazo inesperado.
De Ese azar, este milagro (2011), en Como sólo la muerte es pasajera. Poesía reunida.
IV
Qué trasluce sino frágil, quebradiza la llovizna,
chispazos del farol en el sendero de adoquines.
No sólo el llanto humedeció las fotos
del álbum hace años dejado en el trastero.
Alguien apoyó su copa sobre la sonrisa,
como si el olvido fuese casual, imprevisible:
urgencia por no saber, si es posible, nada.
De Como clavel del aire (2013), en Como sólo la muerte es pasajera. Poesía reunida.
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