lunes, 7 de enero de 2013

Circe Maia




Traición

El último sol no le dijo: soy el último sol.
Nada le previnieron.
El agua resbaló sobre su cuerpo y él no supo
que era el modo en que el agua
decía: adiós. No supo.
Nadie le dijo nada.

Cuando llegó la noche, llegó para quedarse.
Y él no lo supo nunca.





Yéndose

No eran para guardar los días, las semanas

aquellas horas blancas de deslizar y vuelo
no eran para guardarlas;
olas nocturnas, noches de oscuro movimiento
olas de azul y sol, como eran las mañanas.

Al hacerse oleaje se volvían espuma.

No se pudo guardarlas.
¿Cómo guardar el ruido-resplandor, que se quede
que no se deshaga?

Así venía el tiempo como hecho de su fuga

y de su mismo irse nos venían las horas.
Como venían yéndose eran la sed y el agua
una instantánea luz que se hacía de sombra.

¿Cómo guardarla?

Sólo en choque en la roca, la espuma
sólo en vuelo, las alas.

 



De La pesadora de perlas. Obra poética y conversaciones con María Teresa Andruetto, Viento de Fondo, de próxima aparición en 2013.





3 comentarios:

  1. ¿Estás segura de que el título del segundo poema es "Yéndose"? Pregunto porque en el libro "Breve sol", de 2001, tiene un poema con ese título, pero no es este. Y ahora buscaba ese poema en su "Obra poética" y no lo encontraba. Quizás es un inédito. El primero, "Traición", pertenece al libro "Superficies", de 1990. Me agrada que María Teresa Andruetto haya encarado este libro con Circe Maia. Aplausos.

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  2. Mirá, el dato lo saqué de lo que viene posteando la editorial Viento de fondo en su página del face. Puede haber un error o tal vez sea nuevo, como decís. A mí también me alegra que Andruetto haya encarado esto. Abrazo, Germán.

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  3. Al final lo encontré: este poema, "Yéndose", está en el libro "En el tiempo", que es de 1958. Lo había pasado por alto. Saludos.

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