LXIII
esta mirada
suspendida
nuestra eternidad
LXX
atrapo el
silencio con mi boca de jaula
y lo estrangulo
con la lengua
XCIV
la tormenta
arrancó de cuajo las palabras
y al puente lo
han quebrado
seremos errantes
sin nosotros
XCIX
ser el mar que no
moja tu orilla
CX
en el crujir de
la madera está el rito
como si lloraran
las iglesias
CXIV
en mis peores
horas
en las que no soy
sino una
escritura que escribe lo que yo no podría
CL
mato niños como moscas
en el sueño de cuatro paredes blancas
Estado de gracia, Ediciones del Copista, 2009.
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