en el cuarto de olvidos
la ría crece
hasta el deseo
o la luz
migaja
empecinada en ser
delante
para tentarnos sin dar
nuestra espera se reduce
a lo improbable
mezquino del no-viaje
ni la calma ni el fin
edifican el afuera
de esa sed
[como a sombra que cresce,
ResponderEliminarcomo a sombra que se desfaz
como pó,
dentro da palavra]
um abraço, Valeria
Leonardo B.
en el cuarto de olvidos...esa sed porfiada = )
ResponderEliminarGracias, Leonardo. Una abrazo también para vos.
ResponderEliminarMaritzina, sí, esa sed.
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