fui a las altas oficinas del silencio
llamé
no me atendieron
llamé
tome un numerito, dijeron
tuve sed, y tomé el agua del pueblo
esperé mucho, mucho
sentada
parada
acostada
vi las cortinas mugrientas
las revistas de las star
el cuadro de la amazona del siglo XIX
desesperé
después de un tiempo
quise salir
gritar
espantar el oscuro pájaro de la nada
y la puerta estaba cerrada
y el cuadro como siempre
y el pájaro sombrío parado en mi pecho
cenando
mi lengua
llamé
no me atendieron
llamé
tome un numerito, dijeron
tuve sed, y tomé el agua del pueblo
esperé mucho, mucho
sentada
parada
acostada
vi las cortinas mugrientas
las revistas de las star
el cuadro de la amazona del siglo XIX
desesperé
después de un tiempo
quise salir
gritar
espantar el oscuro pájaro de la nada
y la puerta estaba cerrada
y el cuadro como siempre
y el pájaro sombrío parado en mi pecho
cenando
mi lengua
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todo el esplendor
la luz
donde antes había un hombre de 86 kilos arando el campo
ahora hay un trapito
si lo arrojás al viento, vuela
y es
una semilla de la rabia
largando sus uvas amargas
sus tristes uvas para el hambre
del diablo
llevo su sangre en mi sangre
perdónenme
Poemas extraídos de http://chemadamme.blogspot.com
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I
te dio miedo la ahorcada en la pieza?
te dio miedo la grieta en la bañera?
la falta
de luz
en la casa?
alguna vez contaste a tus muertos que cuando pasan
a tu lado
dejan un perfume a rosa y podredumbre?
te corriste de la vereda de la loca
empuñando, no sé
tus razones
tu lógica
tus bienes a resguardo del tiempo?
yo sé que abajo de mi rostro, un rostro
muere
que su cáscara, sus simetrías, dejan paso
a un desaliño de huesos
y flores
y que algo más alto, más oscuro, llega por mí
y no es el ángel
II
soy tan de Dios como una hoja
un perro
un tramo de alambre
pero algo en mí
un monito parlante, un monito
ansioso y rebelado, no se conforma
con abrir la granada y ver
chorrear sus jugos
quiere, además, la gracia
del nombre, la gracia
de la garganta sin sus cuerdas
sin el buitre especular del silencio
sin el humo que ahoga, o la niebla
que enturbia el mundo
yo vine a exigir ese derecho
porque nada gano o pierdo
en todo lo perdido
porque no me importa, si en este salto,
el monito que soy, se cae
en la noche
y descubre, en la encía,
el sabor eterno de la sangre
la verdad de la herida
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