El sentimiento ácido
La angustia desesperada de la inteligencia,
esa que invocamos, salmo que se repite
a espasmos irregulares dentro de un largo poema inacabable.
Turbio el sentimiento, tiene poder para emular
la angustia de la inteligencia que acecha sin aparecer.
El sentimiento es ácido, quema la víscera grande,
es adictivo aunque se pierde en la repetición
de un tren que pasa en otra vida.
Es ácido, casi no puede beberse sin arcadas,
inmaculado junto al matorral de flores muertas.
El sentimiento turbio
Una letra azul hasta que la hoja acabe en negro,
siempre, el final.
Ese color de fin de era se impone al rojo, alternan sangre los dos.
Querer condensar en un verso largo esa pálida voz perfecta.
Es turbio el sentimiento, tiene el poder
para anular la angustia por segundos;
de la inteligencia sacamos eso, angustia,
por estar al acecho. Pero el sentimiento es adictivo
aunque se pierda
en la dulce turbiedad
de un tren que pasa a velocidad constante en otra vida.
De La sombra de todo, Bajo la luna, 2007.
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