jueves, 8 de agosto de 2013

Candelaria Rojas Paz




Detalle

Días bebidos
por el detalle
de tu pelo
que viene
en el ahogo de la noche.






Adán, Eva y Dios
 
“¡Claro está!...
Ni él ni ella saben
lamerse solos las heridas!”,
dijo Dios,
con una mínima sonrisa,
los ojos empapados
y la lengua ensangrentada.
Nadie sabe aún
si era de ellos o de él mismo
ese rojo inconfundible.
Solo sé
que a veces lo escucho
aullando como un perro.




De La gota, 2013.






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