i
La lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp (1632)
invernales
públicas
una vez al año
en hospitales o teatros
entre velas perfumadas
música vino
dulces y curiosos
burgueses
de seria naturaleza
son sus lecciones
un cuerpo interrogado
un cuerpo con nombre
caído
un cuerpo criminal
expuesto
a la ley
y sus cirujanos
ii
según Rembrandt
Harmenszoon van Rijn
jóven y por encargo
su pincel observa
en sus errores
lo que no buscan
la precisión de los cortes
del escalpelo ausente
de sangre ausente
sobre el músculo flexor
o en el troquíter del húmero
donde no se inserta
solo un fórceps
el cuerpo abierto
iluminando
un libro
De humanis
corporis fabrica
donde solo ellos leen
lo que aún no saben
la mano que señala
el movimiento
de la mano del alma
el sistema nervioso
de la libertad
y el valor de los tulipanes
iii
en las Provincias Unidas
en sus sus villas y tabernas
el negocio del aire
espeso como el recuerdo
de la peste de la guerra
el saqueo el esplendor de la crisis
y en sus barcos el virus
hacia toda orilla del mundo
no en sus encargos
en sus mandatos
soberbios reconocerse
el fuera de cuadro
un organismo enfermo
a restablecer
el orden la horca
una ronda nocturna
a pleno día
y en el poder
verse
iv
La lección de anatomía del Dr. Jan Deijman (1656)
declina
su fama y fortuna
en cercanas muertes
y autorretratos
declina
su lengua
en claroscuros
de niebla
y pinta
lo que no
ahora sabe
sombras
en las sombras
raspando
el hueso
de la luz
v
ante mi ruina
deste recado
tomaré cuenta
y que este lienzo
aurore a vuesas mercedes
inicuas
dirán sus manos
del maestro
de la corporación
un detalle incierto
la sinceridad
es el engaño
de los grandes hombres
sus figuras ausentes
(solo las manos de quien opera)
interrogan
en la disección del cerebro
de un cuerpo vaciado
el intelecto general
las manos de los otros
no se sacia el ojo de ver
una pintura que arde
y se restaura
un espejo de bruma
lee
en la red
matan a un niño
un joven una mujer
un libro
su corteza abierta
en teoría y en pdf
dice: siempre hay
a quien matar
su imagen
extraña
luminosa
o terrible
ningún orden
exime
de la muerte
cotidiana
para nacer
del duelo
de los sueños
no
de ver ciego
“leer
en la letra”
su más allá
de lo que
en su pensar
el amor cuida
espeja
en su cumplir
palabra
por
palabra
lo espeso
real
cae
en la misma red
en su fuera
otra vez
matan
De Los husos del no, inédito.